Una potente tormenta solar ha puesto en aprietos a los satélites de Starlink, propiedad de Elon Musk y esenciales para SpaceX, mientras la Tierra atraviesa una de las tormentas geomagnéticas más intensas de las últimas dos décadas. Según el Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de Estados Unidos, esta tormenta alcanzó el nivel 5, el máximo en la escala de actividad geomagnética.
El CEO de SpaceX, Elon Musk, expresó su preocupación a través de X, anteriormente conocido como Twitter, señalando: “Gran tormenta solar geomagnética en este momento. La mayor en mucho tiempo. Los satélites Starlink están bajo mucha presión, pero aguantan hasta ahora”.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) advirtió sobre los potenciales problemas que pueden surgir debido a esta tormenta, incluyendo “problemas de control de voltaje generalizados” y posibles colapsos en los sistemas de red o apagones.
Starlink, con alrededor de 6.000 satélites en órbita baja terrestre, ya enfrentó un servicio degradado el sábado pasado, aunque la compañía no proporcionó detalles específicos al respecto.
Además de los desafíos tecnológicos, esta tormenta solar ha brindado un espectáculo natural impresionante. Los cielos de Estados Unidos se han iluminado con auroras boreales, un fenómeno no visto en años o décadas, extendiéndose desde la frontera con Canadá hasta el Golfo de México.
Se espera que la actividad geomagnética persista durante el fin de semana, lo que representa un riesgo para los sistemas de navegación, redes eléctricas y la navegación satelital. La resiliencia de nuestra infraestructura espacial ante eventos solares extremos será crucial para mantener las comunicaciones y la seguridad en nuestra sociedad.