Un reciente estudio realizado por científicos británicos ha descubierto que la adicción a Internet puede causar modificaciones importantes en el cerebro de los adolescentes, lo cual podría llevar a comportamientos y tendencias adictivas adicionales. Utilizando escáneres de resonancia magnética funcional (fMRI), los investigadores observaron cambios significativos en los cerebros de los participantes.
El estudio, liderado por Max Chang, autor principal de la investigación, analizó 12 estudios previos que incluyeron a 237 adolescentes de entre 10 y 19 años diagnosticados con adicción a Internet. Los resultados mostraron alteraciones tanto en el aumento como en la disminución de la actividad en estado de reposo en múltiples redes neuronales del cerebro. Además, se detectó una reducción general de la conectividad funcional, es decir, la interacción entre las diferentes regiones del cerebro, especialmente aquellas involucradas en el pensamiento activo. Este impacto es similar al observado en casos de consumo de drogas y adicción al juego.
“La adolescencia es una etapa crucial del desarrollo en el transcurso de la cual las personas experimentan cambios significativos en la biología, la cognición y la personalidad”, señaló Chang. “En consecuencia, el cerebro es especialmente vulnerable a los impulsos relacionados con la adicción a Internet durante esta etapa, como el uso compulsivo de Internet, las ansias de utilizar el ratón o el teclado y el consumo de medios de comunicación”, agregó.
Los científicos destacaron que estos cambios cerebrales pueden causar comportamientos y tendencias adictivas en los jóvenes, afectando su capacidad intelectual, coordinación física y salud mental. “Por ejemplo, pueden tener dificultades para mantener relaciones y actividades sociales, mentir sobre su actividad en Internet y experimentar una alimentación irregular y trastornos del sueño”, explicó Chang.
Este estudio subraya la necesidad de abordar la adicción a Internet entre los adolescentes como un problema serio de salud pública. Los investigadores sugieren que se deben implementar estrategias de intervención temprana y programas educativos para ayudar a los jóvenes a manejar su uso de Internet de manera saludable, con el fin de prevenir efectos adversos en su desarrollo cognitivo y emocional.