La salvadoreña Yesenia Ardón lleva cuatro años desde que llegó a Tijuana, México, como una migrante que huyó de El Salvador tras sufrir amenazas de muerte por defender a su padre cuando un grupo de pandilleros lo golpeaban.
Durante esos años, asegura que la vida no ha sido fácil, pero con esfuerzo y dedicación ha podido salir adelante, a tal punto, que en la actualidad es la dueña de un pequeño local donde elabora y vende pupusas, un platillo salvadoreño muy popular por su sabor y sazón entre los pobladores de la fronteriza Tijuana.
“Como salvadoreña me identifico al hacer esta comida y poder satisfacer el gusto de la otra persona como un salvadoreño. Ahora le preguntas a un mexicano que quiere comer en la tarde y dicen pupusas. La mayoría viene a comer pupusas”, comentó Yesenia, al medio mexicano La Silla Rota.
La salvadoreña es muy querida entre la gente de Tijuana por su dedicación, su carácter trabajador y por ayudar a migrantes quienes muchas veces necesitan alimentación y refugio.
El local de la salvadoreña esta junto a un albergue migratorio, en donde muchas veces ayuda con lo que puede a las personas que llegan desprotegidas y sin recursos durante su viaje a EEUU