En su primer discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), el presidente de Argentina, Javier Milei, expresó un fuerte rechazo a la Agenda 2030 y criticó el enfoque ideológico que, según él, ha adoptado la ONU en los últimos años.
Durante su intervención, Milei afirmó que la ONU ha pasado de ser una organización dedicada a la paz a una entidad que impone una agenda ideológica a sus Estados miembros. “Vengo a decirle al mundo lo que ocurrirá si la ONU continúa promoviendo las políticas colectivistas bajo la Agenda 2030“, señaló el mandatario argentino.
Milei brindando las bases del nuevo mundo libre y rechazado la nefasta agenda 2045 pic.twitter.com/whYIO8je6d
— Milei SheIby (@TommyShelby_30) September 24, 2024
Milei calificó el Pacto del Futuro, un acuerdo global respaldado por 193 países, como un “programa de gobierno supranacional de corte socialista” que va en contra de la soberanía y las libertades individuales. En su lugar, propuso crear una “agenda de la libertad” que promueva la libertad personal, el comercio y los derechos naturales de los ciudadanos. “Argentina no acompañará ninguna política que implique la restricción de las libertades individuales”, sentenció.
El presidente argentino también destacó su postura de abandonar la neutralidad histórica del país y defendió el derecho de Israel en el escenario internacional, al tiempo que criticó a la ONU por su falta de apoyo en temas de soberanía territorial, como el reclamo argentino sobre las Islas Malvinas.
Milei concluyó su discurso con un llamado a la libertad, utilizando su ya conocida frase de campaña: “¡Viva la libertad, carajo!“.
🇦🇷🇺🇳"¡VIVA LA LIBERTAD, CARAJO!", ASÍ CONCLUYE EL PRESIDENTE JAVIER MILEI SU DISCURSO EN LA ONU
El Presidente de Argentina, @JMilei, cerró su intervención en la 79ª Asamblea General de las Naciones Unidas con la contundente frase “¡Viva la libertad, carajo!”, marcando el tono de… pic.twitter.com/IIiwKO6j2K
— Sivar News (@SivarNewsSV) September 24, 2024
Este mensaje reafirma la decisión de Argentina de no firmar el Pacto del Futuro ni la Agenda 2045, argumentando que el país busca un desarrollo libre de “decisiones ajenas” que puedan limitar su autonomía.