En una entrada triunfal que desató una erupción de aplausos y admiración, Isabella García-Manzo, Miss Universo El Salvador, deslumbró en la segunda gala preliminar del certamen con un traje nacional que no solo exudaba elegancia, sino que también llevaba consigo una poderosa metáfora del renacimiento de su amado país.
Ante la atenta mirada del público en el Gimnasio Nacional de El Salvador, la representante del país anfitrión encendió los aplausos con un vestido que rendía homenaje a los 242 volcanes activos de El Salvador, uno de los mayores patrimonios naturales de la nación. La presentación comenzó con la introducción del traje por parte de Miss Universo 2022, R’Bonney Nola, quien destacó la conexión del vestuario con la fuerza de la naturaleza y el espíritu resiliente de la población salvadoreña.
Con pasos aguerridos y una mirada intrigante, Isabella reveló un volcán refulgente en plena erupción, deteniéndose en un momento de pausa dramática que aumentó la tensión en el escenario antes de que el vestuario revelara su siguiente transformación. Como un fénix emergiendo de las llamas, los pliegues del vestido se desplegaron, creando la ilusión de alas brillantes que robaron alientos y dejaron boquiabiertos a los espectadores.
El vestido, meticulosamente diseñado, culminó en una representación incandescente de los volcanes salvadoreños, con tonos rojos y negros imitando la lava característica. Detalles dorados en los brazos y piernas de Isabella fusionaron perfectamente con su traje, creando un impacto visual deslumbrante que se volvió viral en las redes sociales.
Este deslumbrante desfile no solo resalta la belleza de Isabella García-Manzo sino también su habilidad para encapsular la esencia y la riqueza cultural de El Salvador en un traje nacional que ahora forma parte indeleble de la historia de Miss Universo. Con esta actuación, Miss Universo El Salvador ha dejado una huella imborrable y ha elevado el prestigio de su país en el escenario internacional.