A principios de enero de este año, la hija de Lucía P. conoció a Carlos Orestes Díaz, de 46 años, quien se presentó como médico endocrinólogo y le informó que trabajaba en un hospital de Santa Ana.
Además, le mencionó que conocía un medicamento altamente eficaz para tratar quistes y otros padecimientos, y que podrían programar una consulta con él. El 17 de enero, Lucía llevó a sus dos hijas a la clínica mencionada, donde recibieron atención médica.
El imputado les recetó un supuesto medicamento que, según él, solo estaba disponible en Estados Unidos y tenía un costo de $335 por frasco. El total sería de $670, que debía pagarse por adelantado, y se esperaba que llegara en un plazo de tres a siete días.
La víctima realizó dos depósitos a la cuenta bancaria del imputado, cada uno por $335. Pasados los siete días, Lucía se puso en contacto con el acusado para preguntarle por la medicina, pero este solo le dio excusas y dejó de responder sus mensajes. Fue en ese momento cuando la víctima decidió presentar la denuncia correspondiente.
El Juzgado Cuarto de Paz de Santa Ana llevó a cabo una audiencia inicial contra Carlos Orestes Díaz por los hechos mencionados. En relación a la estafa contra Lucía, el acusado llegó a un acuerdo y entregó $500 en la audiencia inicial, comprometiéndose a pagar el resto el dos de octubre. En cuanto al delito de ejercicio ilegal de la profesión, se decretó instrucción formal sin detención. Sin embargo, la libertad de Díaz no se materializará debido a que enfrenta otros procesos judiciales activos.