Las Elecciones Presidenciales de Estados Unidos están en marcha, con la atención puesta en el ex presidente republicano Donald Trump y la actual vicepresidenta demócrata Kamala Harris. Sin embargo, uno de los aspectos que genera mayor curiosidad es el Colegio Electoral, un sistema único que decide quién será el próximo presidente del país a través de un proceso de votación indirecta. Aunque es poco común a nivel global, este mecanismo es central en el sistema electoral estadounidense, y cambiarlo requeriría una enmienda constitucional.
¿Qué es el Colegio Electoral y cómo funciona?
El Colegio Electoral no es un lugar físico, sino un proceso que involucra la selección de 538 electores, quienes emiten sus votos para elegir al presidente y vicepresidente de Estados Unidos. Cada estado tiene un número de electores equivalente a su representación en el Congreso: uno por cada miembro en la Cámara de Representantes y dos senadores. Por ejemplo, California, el estado más poblado, tiene 55 electores, mientras que otros estados menos poblados, como Vermont, tienen solo tres.
Para ganar la presidencia, un candidato necesita al menos 270 votos electorales. La mayoría de los estados, excepto Maine y Nebraska, utilizan el sistema de “el ganador se lleva todo”, lo que significa que el candidato que gana el voto popular en un estado obtiene todos los electores de ese estado.
El proceso electoral
El proceso electoral comienza el primer martes después del primer lunes de noviembre, cuando los ciudadanos votan en las elecciones generales. Sin embargo, los votantes no eligen directamente al presidente, sino que votan por un grupo de electores que, en representación de su estado, votarán posteriormente por el candidato presidencial. Una vez concluida la elección, se proyecta un ganador basado en los resultados preliminares.
Tras la elección, los electores se reúnen en diciembre para emitir su voto formal por el presidente y el vicepresidente, y sus votos se registran en un Certificado de Voto. Este documento se envía al Congreso y los Archivos Nacionales, donde es parte del registro oficial.
El 6 de enero siguiente, el Congreso se reúne en sesión conjunta, presidida por el vicepresidente de Estados Unidos, para contar los votos electorales y declarar oficialmente al ganador. Finalmente, el presidente electo toma posesión el 20 de enero del año siguiente a la elección general.
¿Qué hace al Colegio Electoral tan singular?
Una de las peculiaridades del Colegio Electoral es que permite que un candidato gane la presidencia sin obtener la mayoría del voto popular, como ocurrió en las elecciones del 2000 y 2016, donde los candidatos ganadores, George W. Bush y Donald Trump, respectivamente, no obtuvieron la mayoría del voto popular, pero sí ganaron en el Colegio Electoral.
En el caso de que ningún candidato alcance la mayoría de los votos electorales, la elección del presidente recae en la Cámara de Representantes, un evento que ha ocurrido solo dos veces en la historia de Estados Unidos, en 1800 y 1824.
Un sistema arraigado
Cualquier modificación al Colegio Electoral requeriría una enmienda constitucional, lo que subraya lo profundamente integrado que está este sistema en la estructura política de Estados Unidos. A pesar de las críticas que ha recibido en algunas elecciones, el Colegio Electoral sigue siendo la forma en que Estados Unidos elige a su presidente, y jugará un papel crucial en las elecciones del 2024.
*Nota elaborada con información publicada en el sitio Infobae.