Un hombre acusado de asesinato, que estuvo prófugo durante cinco años, fue capturado en Buenos Aires, Argentina, gracias a la información proporcionada por su última pareja, quien lo delató tras descubrir una infidelidad. El caso, que ha causado gran revuelo en el país, muestra cómo una traición amorosa condujo al arresto de un criminal buscado desde 2019.
Leandro Ariel Llanos, conocido como Yayi, fue el principal sospechoso del asesinato de un hombre al que apuñaló en el cuello durante un robo en el partido de La Matanza, en Buenos Aires, en agosto de 2019. Desde entonces, Llanos había logrado evadir a las autoridades, eliminando todas sus redes sociales y cambiando de residencia constantemente. La Policía emitió una solicitud de captura nacional e internacional, pero no lograba dar con su paradero.
PRÓFUGOS, NO
Otro peligroso delincuente que cae en manos de la PFA. "Yayi" tenía pedido de captura nacional e internacional: apuñaló a un hombre en el cuello durante un robo en 2020. Tras meses de investigación y vigilancia, los agentes lo ubicaron y detuvieron CABA.
Ya son más… pic.twitter.com/5TnCBr10wG
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) August 21, 2024
La situación cambió en julio pasado cuando la División Sistemas Biométricos de la Policía Científica detectó que Llanos había renovado su documento de identidad en Buenos Aires. Esta información llevó a los agentes a iniciar una vigilancia que reveló que Llanos estaba alojado en un centro transitorio para personas en situación de calle, del que fue expulsado debido a problemas de comportamiento.
El punto de quiebre en la investigación ocurrió cuando los efectivos policiales contactaron a la última pareja de Llanos. La mujer, que había terminado la relación al descubrir que Llanos le había sido infiel, decidió cooperar con las autoridades. Proporcionó su nuevo número de celular y una foto actualizada del criminal, lo que permitió a la Policía geolocalizar el móvil y realizar un operativo que culminó en su arresto en la capital argentina.
Este caso pone de manifiesto cómo un giro inesperado en la vida personal del prófugo terminó facilitando su captura, cerrando así un capítulo que había quedado abierto durante cinco años.