El presidente de Estados Unidos, Joe Biden , ha autorizado a Ucrania el uso de misiles de largo alcance estadounidenses contra objetivos en territorio ruso, según informaron medios internacionales como The New York Times y The Washington Post este domingo, 17 de noviembre de 2024. Esta medida marca un nuevo capítulo en la escalada del conflicto en Europa del Este.
De acuerdo con fuentes anónimas citadas por ambos periódicos y confirmadas por un funcionario estadounidense a la agencia AFP, la decisión estaría motivada por el despliegue de tropas norcoreanas en apoyo a Rusia, lo que supone un nuevo giro en la dinámica del conflicto.
Tensiones con Rusia y advertencias de Putin
El uso de los misiles ATACMS (Sistema de Misiles Tácticos del Ejército) ha sido una solicitud reiterada del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski , quien los considera clave para neutralizar objetivos estratégicos en Rusia. Sin embargo, esta autorización ha provocado una respuesta inmediata de Moscú.
El presidente ruso, Vladimir Putin , reiteró que cualquier apoyo militar que permita a Ucrania atacar el suelo ruso será considerado un acto de agresión por parte de la OTAN. “Si la OTAN permite esto, estará en guerra con Rusia” , advirtió Putin, intensificando las tensiones diplomáticas con Occidente.
Participación de Corea del Norte en el conflicto
Informes de inteligencia occidentales aseguran que Rusia ha recibido refuerzos de aproximadamente 10.000 soldados norcoreanos para sus operaciones en Ucrania. Este despliegue, que según expertos refuerza la alianza entre Moscú y Pyongyang, habría sido un factor clave en la decisión de Biden de autorizar el uso de los misiles.
Implicaciones globales
La autorización estadounidense supone un aumento significativo en el nivel de involucramiento de Occidente en el conflicto, mientras que la inclusión de tropas norcoreanas en Rusia eleva aún más las tensiones internacionales. Los analistas advierten que esta situación podría desencadenar repercusiones geopolíticas que trasciendan las fronteras de Ucrania.
Con esta decisión, Estados Unidos reafirma su apoyo a Ucrania, pero también se enfrenta a un escenario de mayor confrontación con Rusia y sus aliados. El desarrollo de estos acontecimientos será determinante para la configuración de la política internacional en los próximos meses.