El mes de agosto de 2024 cerró con 18 días sin homicidios a nivel nacional, reafirmando el éxito del plan de seguridad implementado por el gobierno salvadoreño. Las estadísticas oficiales destacan que este comportamiento no es aislado, pues abril también concluyó con 19 días sin asesinatos, mientras que enero, febrero y junio reportaron 24 días de cero homicidios cada uno, acumulando un total de 174 días sin crímenes contra la vida entre el 1° de enero y el 31 de agosto.
Los datos de la Policía Nacional Civil (PNC) muestran que en agosto de este año se registró un promedio diario de 0.58 homicidios, una disminución respecto al promedio de 0.7 homicidios diarios en agosto de 2023. Esta tendencia a la baja lleva a las autoridades del Gabinete Ampliado de Seguridad a proyectar una tasa de homicidios de 1.8 por cada 100,000 habitantes al cierre de 2024, la más baja en la historia reciente del país. Para poner esto en perspectiva, en 2023 la tasa fue de 2.4, y en 2022 de 7.8.
Estos resultados son un contraste notable con la tasa de 106.3 homicidios por cada 100,000 habitantes registrada en 2015, bajo la administración del expresidente Salvador Sánchez Cerén. Desde entonces, El Salvador ha experimentado una reducción sin precedentes en la violencia homicida, superando las expectativas y posicionándose como un referente en la región.
Un aspecto crucial es la reducción en el número total de homicidios entre enero y agosto de 2024, con 49 casos menos en comparación con el mismo período de 2023, cuando se reportaron 137 homicidios. Las autoridades explican que la mayoría de los crímenes recientes no están relacionados con la violencia pandilleril que azotó al país durante años, sino que responden a situaciones de intolerancia familiar, conflictos entre conocidos y disputas bajo la influencia del alcohol.
La efectividad operativa de la PNC también ha mejorado, logrando un alto porcentaje de resolución de casos. En 2023, la impunidad por homicidios fue del 94%, y en los primeros meses de 2024 el país alcanzó un 95% de efectividad en la resolución de homicidios, manteniendo una tendencia a la baja en la impunidad.