Costa Rica registró 83 homicidios en abril pasado, convirtiéndose así en el mes más sangriento de la historia de este país, sumido hoy en una creciente ola de criminalidad.
Las estadísticas del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) reflejan que esa cantidad de asesinatos dan un promedio de 2,7 por día, una situación señalada como el principal problema que enfrentan los ticos, según la más reciente encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica.
Los datos del OIJ indican además que en los primeros cuatro meses de 2023 contabilizaron 298 homicidios, 92 más que en igual etapa de 2022, año en que en total ocurrieron 654 crímenes, para una tasa de 12,6 por cada 100 mil habitantes, ambas cotas máximas en la historia de Costa Rica.
Por meses, en enero reportaron 76 homicidios, que era el anterior récord para un mes; en febrero (70), en marzo (66) y en abril la ya mencionada cota máxima histórica de 83 asesinatos, que las autoridades ticas atribuyen en su gran mayoría a la lucha entre bandas dedicadas al narcomenudeo por el control de territorios o por sicariato.
Asimismo, las cifras del OIJ revelan que el 80 por ciento de los hechos criminales fueron cometidos con armas de fuego, representando 237 de las 298 personas asesinadas en el primer cuatrimestre de este año, mientras 34 fueron ultimadas con armas blancas y 20 con otros métodos.
Además, de ese total de asesinados, 115 eran jóvenes entre 18 y 29 años, por delante de los 84 entre 30 y 39 años; 46 entre los 40 y 49 años; 12 entre los 50 y 64 años; 13 con más de 65 años; 12 eran adolescentes entre 12 y 17 años, y dos menores de 12 años.
En un intento por frenar esta creciente ola de criminalidad, el Gobierno presentó la semana anterior la Operación Costa Rica Segura, que incluye acciones policiales y jurídicas. Entre estas últimas sobresalen cinco proyectos legales y una reforma constitucional.