Un tribunal de la ciudad de Cherepovéts, en Rusia, ordenó la reinstalación y el pago de una compensación económica a un trabajador despedido por supuestamente jugar videojuegos en el horario de trabajo. El empleado, identificado únicamente como Víktor, había sido separado de su cargo luego de que la empresa lo señalara por utilizar la red corporativa para fines personales.
Según consta en el expediente, el economista fue notificado de dos sanciones previas y posteriormente despedido en la primavera de 2024. Sin embargo, el trabajador defendió su caso argumentando que únicamente jugaba al popular videojuego World of Tanks durante los tiempos de descanso y utilizando su propia conexión a internet, sin afectar la actividad de la compañía.
Víktor había laborado más de 20 años en el Combinado de Madera y Muebles de Cherepovéts, donde mantenía una trayectoria sin sanciones ni quejas. El tribunal concluyó que el contrato laboral no establecía ninguna prohibición expresa sobre videojuegos y que incluso los documentos de despido tenían fechas posteriores a las acciones señaladas, lo que debilitó la justificación de la empresa.
Finalmente, el juez ordenó revocar las sanciones disciplinarias, restituir a Víktor en su puesto y pagarle una compensación superior a 580,000 rublos (aproximadamente 7,100 dólares) por el tiempo en el que permaneció inactivo de forma obligada, además de una indemnización por daño moral.

