China ha dado un paso decisivo en la carrera por liderar el desarrollo de inteligencia artificial para robótica, con la presentación de RoboBrain 2.0, un avanzado sistema diseñado para convertirse en el núcleo operativo de robots humanoides, según anunció este viernes la Academia de Inteligencia Artificial de Beijing (BAAI).
El proyecto, de código abierto, forma parte de la serie de modelos Wujie, y busca posicionarse como la solución más poderosa en su tipo a nivel global, al optimizar habilidades críticas como la inteligencia espacial y la planificación de tareas.
“RoboBrain 2.0 constituye el modelo de IA de código abierto más poderoso existente y está diseñado para optimizar el desempeño de los robots, incluidos los de tipo humanoide”, afirmó Wang Zhongyuan, director de la BAAI, en declaraciones recogidas por South China Morning Post.
Entre las principales mejoras destacadas por Wang, se encuentra una inteligencia espacial más precisa, que permite a los robots calcular distancias con mayor exactitud, así como una mayor capacidad de descomposición de tareas complejas en subtareas manejables, lo que incrementa la precisión operativa general.
Los desarrolladores indicaron que, en comparación con su versión anterior, RoboBrain 2.0 presenta un rendimiento 17 % superior y una precisión 74 % más alta. Esta evolución busca consolidar a la BAAI como referente en el ecosistema global de IA aplicada a robótica avanzada.
El modelo forma parte de una arquitectura más amplia que incluye también RoboOS 2.0, una plataforma de distribución de inteligencia artificial basada en la nube, y Emu3, un modelo multimodal capaz de entender y generar texto, imágenes y videos.
La BAAI, institución sin fines de lucro respaldada por el sector académico y tecnológico de China, tiene como objetivo convertir a este tipo de tecnologías en herramientas de uso abierto para acelerar la adopción de IA en múltiples industrias, desde la manufactura hasta la atención médica.
Con este desarrollo, China no solo refuerza su apuesta por el liderazgo tecnológico, sino que apunta a establecer estándares globales para la próxima generación de robots humanoides inteligentes.