La violencia desatada por bandas criminales en Haití ha causado estragos, llevando a un aumento alarmante en el número de personas desplazadas en el país. Según el informe anual sobre desplazados internos elaborado por el Observatorio del Desplazamiento Interno y el Consejo Noruego de Refugiados, en 2023 se registraron 245,000 desplazamientos forzados en Haití, el doble que el año anterior.
Haití se ha convertido en el país con el mayor número de movimientos de población forzados del mundo debido a la actividad de bandas criminales, que controlan vastas áreas de la capital, Puerto Príncipe, y otras regiones del país. La situación se agrava con los desplazamientos provocados por desastres naturales, que en 2023 sumaron 9,800 personas.
La violencia generada por estas bandas cobró la vida de 8,000 personas el año pasado, y se estima que controlan hasta un 80% de Puerto Príncipe. Frente a esta crisis, el Consejo Presidencial de Transición de Haití ha prometido restablecer la seguridad en el país, respondiendo al reciente ataque armado contra una comisaría de policía en la ciudad de Gressier, al sur de la capital.
En un comunicado, el Consejo Presidencial aseguró que “el problema de la inseguridad será resuelto” y llamó a la unidad de todos los sectores para combatir la inseguridad. “Es nuestra responsabilidad garantizar la seguridad de todos los que viven en el país”, señaló el documento, destacando la urgencia de acabar con el “bandidaje” y restaurar la paz en Haití.
Esta declaración surge después de que las autoridades locales informaran que la situación en Gressier se había controlado, tras un violento ataque armado. La crisis humanitaria en Haití requiere medidas urgentes y un compromiso internacional para abordar las causas profundas de la violencia y la inestabilidad en el país.
(Con información de EFE)