Desde la puesta en marcha del Plan Control Territorial y del Régimen de Excepción, los pandilleros solo tienen dos salidas: la cárcel o la muerte.
A casi un año, más de 65,700 pandilleros han sido puesto tras las rejas, de los cuales 4,000 ya fueron trasladados al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), donde pagarán sus cuentas pendientes y todos los crímenes cometidos.
Sin oportunidades ni privilegios y con castigos severos, los pandilleros que causaron dolor y luto en las familias salvadoreñas enfrentarán todo el peso de ley y pasarán el resto de sus vidas tras las rejas.
Las autoridades han sido contundentes contra todo aquel que pretenda atentar contra la libertad y tranquilidad de los salvadoreños, por lo que continúan firmes en la lucha contra las estructuras criminales, extrayendo a todos los pandilleros que operan en el país.