El alcalde de la ciudad colombiana de Cartagena, Dumek Turbay Paz, ha solicitado a la Iglesia católica que realice un exorcismo en el Palacio de la Aduana, la sede principal de la Alcaldía, así como en su despacho oficial. Turbay Paz aseguró que su predecesor, William Dau Chamat, había convertido el lugar en un espacio habitado por un “ser malévolo y diabólico”, según informa la prensa local.
“Cuando un ser malévolo y lleno de odio es el que gobierna, es imposible que yo entre a ese despacho, es imposible que yo pueda pisar los pasillos del Palacio de la Aduana”, afirmó el alcalde durante la ceremonia de posesión de su gabinete el lunes. “No hay forma de entrar a ese despacho hasta que la Iglesia católica no me ayude con un plan de exorcismo para la sede”, agregó.
El alcalde insistió en la veracidad de sus afirmaciones: “No estoy mintiendo ni exagerando”. Hasta que la práctica religiosa se lleve a cabo, Turbay Paz dirigirá sus funciones desde el Palacio de la Proclamación, la sede alterna de la Gobernación del departamento de Bolívar. “El gobernador [Yamil Arana Padauí] me ha autorizado”, declaró, señalando que también podría despachar “desde las calles o la terraza de algún ciudadano”. No obstante, hizo hincapié en que por el momento no ingresará al Palacio de la Aduana.
Este curioso episodio recuerda a otra situación en Tunja, la capital del departamento de Boyacá, donde el recién asumido alcalde, Mijaíl Krasnov, de nacionalidad rusa, solicitó la ayuda de un sacerdote para “echar agua bendita y sacar la energía corrupta” de su despacho. El martes, el sacerdote Elfy Bernal acompañó a Krasnov en un recorrido por las oficinas del edificio de la Alcaldía, donde arrojó agua bendita para purificar el ambiente.