El Presidente de la República, Nayib Bukele, continúa cumpliendo sus promesas y entregando proyectos a la población que contribuirán a seguir impulsando el desarrollo del territorio y que impactan de sobremanera en la economía salvadoreña.
Uno de ellos es la construcción de la Central Hidroeléctrica 3 de Febrero, ubicada en el departamento de San Miguel, la cual fue abandonado por los gobiernos anteriores y se convirtió en un símbolo de corrupción. Este jueves, el mandatario llegó hasta dicha represa para inaugurarla y entregar esta estratégica obra culminada a la población.
“La Central Hidroeléctrica 3 de Febrero, es la primera presa que se construye en El Salvador en décadas; como todos ustedes saben este proyecto más conocido, lamentablemente como presa El Chaparral (…). Iniciaron la construcción, aquí vino el expresidente (Antonio Saca) a poner la primera piedra de esta presa que debió haber costado $200 millones y que iba a tardar 4 años su construcción”, recordó el Presidente Bukele.
Posteriormente, entró a la presidencia el FMLN, con Mauricio Funes, quien continuó con los actos arbitrarios y alegó que la montaña se había movido y se argumentó que se debía recalcular y rehacer las obras, lo que implicaba que el precio de la obra aumentaría a $400 millones. Luego, hubo otros fallos técnicos y se contrató a otra empresa y el precio subió a $600 millones, relató el jefe de Estado.
El mandatario comentó que la Fiscalía General de la República (FGR) descubrió después que la empresa contratada transfirió dinero a una cuenta de Panamá, de un spa cuya propietaria era la compañera de vida del expresidente Funes. Añadió que, luego, en el siguiente periodo (liderado por Salvador Sánchez Cerén), el proyecto continuó abandonado.
“Nos tardamos cuatro años lo que otros no hicieron en 20 años. Lo hicimos con eficiencia y sin corrupción; lo que era un monumento a la corrupción se ha convertido en un monumento a la transparencia y honestidad”, sostuvo.
El Presidente Bukele indicó que la construcción terminó hace meses; empero, se tomó la decisión a esperar que se llenara el embalse, que describió como navegable y turístico, incluso, incluyó la construcción de una calle pública, en la parte superior, que puede ser transitada libremente por toda la población, sin solicitar ningún permiso especial para circular por ella.