Salvador Ernesto Rosales Martínez fue capturado por la Policía Nacional Civil (PNC), tras atar de pies y manos a su hija de un año como castigo.
Según las autoridades, el maltrato físico y psicológico era recurrente hacia la niña. Fue detenido en la lotificación La Esperanza, cantón Agua Escondida de San Juan Opico; mientras que la menor fue entregada a su mamá, quien se encontraba fuera de casa al momento del hecho.
“El maltrato a nuestra niñez es castigado con cárcel, no toleraremos este tipo de delitos”, informó la Policía.